revista rupturas Quito Ecuador opinion analisis

Por: Henry Izurieta

Fotografía: Rupturas

El conductismo en las TIC

 

 

En el año 2007, la Unión Nacional de Educadores UNE, en acuerdo con el Gobierno, realizó el Congreso de la Educación Pública, allí el sistema educativo ecuatoriano fue duramente criticado por sus actores: profesores, estudiantes, padres de familia y sociedad en general.

 

Fue casi un clamor el cuestionamiento al modelo educativo conductista, por considerarse que estaba superado por otras propuestas y porque perennizaba una concepción de la educación que mira al educando como un simple depósito de conocimiento y no como un ente con sus propias capacidades, expectativas, incluso transformadoras de la sociedad.

 

En aquella oportunidad el Proyecto Navegar, a esas fechas una de las iniciativas más importantes en la utilización del computador en las instituciones educativas y en la capacitación docente en TICs, expuso un concepto que se tradujo en la frase: “Las tecnologías entraron en el aula sin permiso de la Pedagogía”.

 

Estos dos antecedentes son importantes como introducción al siguiente análisis:

 

El Conductismo

Tiene su origen en las investigaciones psicológicas iniciadas por Pavlov y llevadas a la educación por Watson, Skinner y otros. La educación se centra en el profesor como el depósito de conocimientos, tiene la verdad y en tal sentido dirige el proceso educativo, él tiene la razón, tan solo por el hecho tener ese cargo. Se convierte en un modelador, especialmente de la conducta, y entrega el conocimiento que él, o la instancia planificadora, considera que el estudiante debe conocer. Si bien la opinión del estudiante puede ser receptada, el propio docente está condicionado a cumplir un plan de estudio que le impide atender otras circunstancias planteadas por los estudiantes. Lo que cuenta es el resultado, lo medible, lo observable, mientras, los procesos no se incluyen en la evaluación.

 

 

 

 

El docente regula la conducta del estudiante dentro del aula lo cual tiene fuertes implicaciones de carácter social pues, es un buen mecanismo de adoctrinamiento, modelamiento de los comportamientos acordes al sistema social imperante, por ello, es el origen de las críticas desde sectores políticos de izquierda que acusan a esta metodología de ser la culpable de anular las capacidades críticas de quienes sufren procesos de explotación, subordinación, alienación.  Sin embargo, es una metodología que por lo menos en la época fordista de la producción capitalista (métodos de fabricación en serie), recibió un fuerte apoyo de los sectores sociales vinculados a la producción fabril, pues educa al futuro trabajador de forma que se adapta plenamente al proceso productivo, garantizando mejoras en la rentabilidad. La conducta “deseada” desde esta visión es siempre la que quieren las clases dominantes y busca “estandarizar” a las personas.

 

El docente tiene en la díada castigo-premio su estrategia para promover  los aprendizajes en sus estudiantes.

 

El estudiante por su lado, tiene en la memorización de los contenidos como, posiblemente la principal estrategia de aprendizaje, pues es la repetición de contenidos, incluso “al pie de la letra” uno de los principales requisitos para ser considerado como “buen alumno” (desprovisto de luz). Con eso, se adiestra antes que formar de manera integral.

 

Así es “eficiente” en el rol que le corresponde: ser receptor pasivo del conocimiento. Su actividad es reprobada o aprobada por el docente. Las calificaciones, las acciones de profesores, inspectores, autoridades conducen su comportamiento adaptándolo a un modelo. La sumisión pese a no ser el objetivo educativo expuesto, es parte de los logros.

 

Las TIC o nuevas Tecnologías de Información y Comunicación

Las TIC son percibidas como “la oportunidad” para que la calidad de la educación se mejore. En efecto, tienen la posibilidad de serlo siempre y cuando su uso responda a un concepto pedagógico y, por tanto, su inserción en el proceso educativo responda a necesidades educativas y no a oportunidades sin control.

 

Es importante darle a las TIC el puesto que tienen en el proceso educativo, son un instrumento, con enormes capacidades, pero solo un instrumento, siendo así no definen por sí mismas el proceso de enseñanza-aprendizaje. En mi criterio quien define es el docente en su relación con el estudiantado, y no solo en el contexto de una educación tradicional conductista, sino en la aplicación de otros modelos; también marcan definiciones justamente el modelo y la política educativa. Estos inciden sobre el estudiante que también define la incidencia de la educación en su ser.

 

Las TIC representadas por computadoras, laptops, netbooks, tablets, Ipods, Ipads, smartphones, pizarras electrónicas y otros, en el contexto de la conexión a internet, disponen de una serie de capacidades muy útiles para el proceso enseñanza aprendizaje: La memoria que abre la posibilidad de retener información y ser presentada cada vez que el usuario la necesite; multimedia que presenta por diversos medios la información con audio y video; capacidad de procesamiento que le permite realizar millones de operaciones en segundos; capacidad de decisión que le permite tomar decisiones cada vez más complejas.

 

Pero esas capacidades de las TIC no garantizan su adecuado uso en la educación.

 

La Pedagogía y las TIC

La educación ecuatoriana arrastra, entre otras, una grave tara: no logra dar el salto cualitativo para superar conceptos y modelos educativos que son cuestionados en el discurso oficial como es el caso del conductismo. Las metodologías aplicadas en épocas de la “revolución educativa” (propuesta por el gobierno de Rafael Correa)  todavía dejan ver su supervivencia.

 

Cualquier instrumento cumple la función que la metodología le asigna.  Esto también es aplicable a las TIC. Si el docente desea aplicar metodologías conductistas, las TIC son perfectamente funcionales.

 

La memorización sin comprensión, de hecho es una de las falencias del conductismo que se ven compensada a través de las TIC: los estudiantes ya no necesitan memorizar los contenidos, ahora lo hace la compu por ellos. Memorizar no tiene nada de malo si forma parte del desarrollo del conjunto de capacidades mentales, pero al conductismo se lo cuestiona por centrarse en el memorismo vacío, en desmedro de otras capacidades intelectivas. El resultado del actual reemplazo de la memoria del estudiante por la del dispositivo es que el estudiante ha reducido su retentiva, al punto que información muy básica no está en su memoria.

 

En el contexto de uso de las TIC en el aula, se podría decir que el concepto atribuido al conductismo de ser el docente el centro del proceso enseñanza-aprendizaje se superó, dado que la computadora estaría desplazándolo; esto es un espejismo porque se asume a un computador junto al internet como poseedores de la verdad y depósitos del conocimiento. Aunque no todo lo que se publica en internet es verdad o confirmado, lo cierto es que, sí es un depósito de enormes cantidades de información, pero sólo el proceso de aprendizaje puede transformar esa información en conocimiento.

 

El Conductismo y las TIC

La computadora o cualquier dispositivo, regula la conducta de quien lo maneja de manera mucho más eficiente de la que el docente pudiera aplicar en el aula. Veamos.

 

El conductismo define los comportamientos que espera del estudiante dentro del aula y, hemos dicho que, esos comportamientos son extensivos a las relaciones del estudiante en la sociedad. Sin embargo, el docente, ser humano al fin, tiene deficiencias en la aplicación de esas metodologías. En ocasiones es permisivo, en otras autoritario, de forma que los comportamientos esperados por los estudiantes podrían ser disímiles en función del carácter y características del docente. Esto no sucede con las TIC. El aparato se comporta conforme fue programado, generalmente no avanza en el proceso si el estudiante no cumple con lo esperado. No existe otra manera de lograr que el computador continúe sino es con la adopción del comportamiento esperado ya sea la calificación, la actividad, etc.

 

 

Más aun, ya se tienen importantes avances en el software que reconoce ciertos rasgos de la faz humana que expresan emociones, por ejemplo. Por otro lado, lo que se conoce como big-data posibilita el análisis de los comportamientos de las masas, pero también del comportamiento individual, además, como se conoce, se han instalado cámaras de vigilancia cuyos videos pueden ser sometidos a reconocimiento de rostros y definir su comportamiento.  Es decir, el seguimiento y evaluación del comportamiento del estudiante es factible desde el ámbito tecnológico. Aunque seguramente no es aplicado tal como aquí sostengo en la educación, sin embargo, esta tecnología sí es utilizada en otros ámbitos.

 

Para muchas personas que utilizaron software educativo debe ser familiar lo siguiente. Por ejemplo: un niño utiliza un programa en el que aprende ciertos conocimientos que luego son evaluados mediante preguntas cuya respuesta es reconocida con elogio como un sonido alegre o una voz que felicita o en caso de fallo con una voz que consuela frente al error e induce a volver a intentar. Esta situación desde el punto de vista del análisis que estamos realizando no es más que la aplicación del concepto conductista, del estímulo, del premio-castigo. Un programa de computadora que cae dentro de esta concepción y que es muy conocido y utilizado es el denominado hot potatoes que dispone de varias alternativas para medir el conocimiento.

 

De hecho, a mediados del siglo anterior se popularizó la denominada “enseñanza programada” que no es otra cosa que la aplicación de los conceptos del conductismo a los elementos tecnológicos de la época: correo, radio, televisión. Ahora igualmente buena parte del software puede ser clasificado dentro de la denominada “enseñanza programada”.

 

El propio aprendizaje del manejo de los instrumentos TIC conduce a la creación de automatismos cuya mejor expresión de los mecanismos para lograrlo deviene del conductismo. Cuando usted tiene por ejemplo, un nuevo celular en sus manos entra en un conflicto mental tratando de descubrir la forma en que ese aparato tecnológico realiza la función que usted requiere. Sea que por ensayo-error usted la descubra o porque alguien le indique, lo cierto es que cuando sepa la forma de realizarla en su mente se creará un automatismo, cuya base metodológica radica en la repetición. Otro concepto traído de, y aplicado en, el conductismo.  Situación muy valorada porque en el desempeño de actividades laborales está directamente vinculada con el concepto de eficiencia y eficacia. Hacerlo bien y hacerlo rápido. Criterios fuertemente identificados con la educación por competencias.

 

Impactos sociales

El empleador necesita trabajadores eficientes y eficaces para mejorar la productividad de su empresa y consecuentemente alcanzar dos objetivos indispensables: sobrevivir a la competencia ofreciendo productos de la mejor calidad posible y alcanzar la mayor rentabilidad.

 

Si bien es cierto que la educación por competencias tiene como base los conceptos de: saber, saber hacer y saber ser, en los hechos es: el saber hacer el predominante. El saber, tiene que ver con el conocer, es la base para el saber hacer, sin embargo, una vez automatizado, el conocimiento en sí pasa a segundo plano. El saber ser, tiene relación con los valores que también pasan a segundo plano cuando de la práctica se trata. Ninguno desaparece por completo, pero es la parte operativa la que tiene predominancia cotidiana. A modo de ejemplo, hasta ahora yo no he conocido, seguramente usted tampoco, que el operador de la fábrica de balas haga un estudio previo de la calidad de las balas elaboradas y mucho menos se cuestione sobre lo ético de hacer balas que ciertamente matarán a alguna persona. Simplemente ejecuta su labor, dejando de lado otras consideraciones.

 

Las TIC tienden a fomentar en la persona comportamientos, conductas que tienen directa relación con procesos que podríamos clasificarlos como repetitivos. Con esto, viene enseguida a la mente la repetición de cientos de ejercicios de matemática que la mayoría de estudiantes realizan (y generalmente odian).

 

Al utilizar un procesador de palabras, por ejemplo Microsoft Word, suelen presentarse casos en que ciertas palabras que escribimos aparecen subrayadas con una línea roja que denota un falta ortográfica. El paso siguiente que los usuarios suelen hacer es clic derecho sobre la palabra para enseguida escoger la misma palabra, pero escrita con la ortografía correcta.  Esta conducta defendida como una facilidad más que brinda la tecnología, en realidad es el procedimiento más fácil para olvidar las reglas ortográficas de nuestra rica lengua y dejar en “manos de la tecnología” las actividades “triviales”, para nosotros “ocuparnos de cosas más importantes”. Pero quien actúa así, habrá adquirido un mecanismo de acción que tiene como consecuencia por lo menos dos cosas: una tendencia de automatizar el proceso de escritura en sus rasgos básicos que elimina o reduce su capacidad de pensamiento sobre la forma correcta de escribir y, limita su autonomía, creando una dependencia hacia el dispositivo tecnológico, pues, como sucede con la calculadora con la que existe la tendencia a olvidarse de multiplicar, se olvida de la regla ortográfica.

 

La sociedad transita ese camino. El del facilismo, las cosas repetitivas que la tecnología las puede hacer, entonces son delegadas acríticamente a la tecnología.  Así las cosas, números cada vez mayores de trabajadores podrán quedarse sin empleo pues los robots (usados más en las fábricas) están en capacidad de hacer tareas muy variadas. Por ejemplo, los mecánicos automotrices que cada vez son más escasos, no porque haya mejores fuentes de trabajo, sino porque ya no las tienen, debido a que los motores de los autos vienen con los llamados “cerebros” son pequeñas computadoras en los que residen programas para hacer diagnósticos y detectar daños, es decir programas que hacen el trabajo del mecánico.

 

 

En ese tren de cosas el software se ha desarrollado tanto que actualmente ya no solo las personas que hacen actividades repetitivas y fáciles son reemplazadas, sino aquellas que hacen trabajos relativamente complejos, las que ensamblan los autos fueron reemplazadas por robots en fábricas escasas de obreros, o periódicos que publican noticias elaboradas por programas como es el caso de los reportes de las bolsas de valores o de encuentros deportivos.

 

La aplicación de esa idea también atañe a los docentes. La educación virtual, incluso para niños, es utilizada como alternativa. Se habla de docentes virtuales que dictan clases a miles de estudiantes a través de internet, mientras, antes trabajaban con menos en forma presencial. La justificación viene desde el presupuesto y las facilidades tecnológicas.

 

Las TIC, en el contexto de la reproducción del modelo capitalista, consecuentemente, juegan un papel de facilitadoras de su reproducción y sobre todo, como hemos visto, de instrumento para mejorar su rentabilidad.

 

A modo de conclusión

Finalmente, con lo anterior no quiero decir que las TIC no deban ser utilizadas en el proceso enseñanza aprendizaje. Sostengo que sí, tienen el potencial que se les asigna, pero es el modelo pedagógico el que define su uso y el docente interesado en ello debe, en primer lugar, definir las metodologías que utilizará para obtener el mejor resultado posible a la luz de sus objetivos educacionales.

 

Sin embargo, lo que sucede es que “la tecnología ha entrado en el aula sin permiso de la pedagogía”, por tanto, su uso se restringe a las actividades que alguien sin reflexión pedagógica define al momento de crear un programa computacional, desde laboratorios muy lejanos de los centros educativos y de la vida real en las aulas.

 

El conductismo encuentra en las TIC un instrumento muy útil para su propia reproducción y esto tiene relación bidireccional con las actividades realizadas en la cotidianidad.  El conductismo, de hecho, se reproduce fácilmente con la utilización acrítica de ciertos programas y usos de las computadoras.

 

El uso de las TIC en otros modelos pedagógicos demanda mucho más esfuerzo en el desarrollo de propuestas que utilicen el potencial de las tecnologías.

Calcular Page Rank

Las Casas Oe3-128 (entre América y Antonio de Ulloa)

Quito-Ecuador

ISSN 1390-6038

Revista Rupturas © 2015 Derechos reservados